"Trump asume la presidencia con advertencias sobre aranceles a China y reacciones en directo"
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado este viernes que "preferiría" no imponer aranceles a los productos procedentes de China, sin embargo, considera que es “un poder significativo” que su país posee en el ámbito comercial y no descarta hacer uso de él. En la segunda parte de su primera entrevista desde que asumiera el cargo el lunes, transmitida esta noche por Fox News, sostuvo que su reciente conversación con el presidente chino, Xi Jinping, fue cordial y que confía en la posibilidad de alcanzar un acuerdo comercial con China. Hasta el momento, en los numerosos decretos presidenciales firmados desde su toma de posesión, Trump no ha implementado ninguna medida arancelaria. En cambio, ha tomado acciones en el tema de la inmigración. Tras declarar el estado de emergencia en la frontera con México, el jueves se llevaron a cabo redadas para detener inmigrantes irregulares en varios puntos, incluyendo la ciudad de Newark (Nueva Jersey). Según el servicio de aduanas, durante el jueves fueron detenidos 538 inmigrantes indocumentados y se tramitaron 373 solicitudes de detención por deportación. Además, ordenó desclasificar los documentos sobre los asesinatos de John F. Kennedy, Robert F. Kennedy y Martin Luther King Jr., así como decretar la creación de un grupo de trabajo sobre criptomonedas. Por otro lado, un juez federal de Seattle bloqueó temporalmente la orden ejecutiva de Trump que buscaba poner fin a la ciudadanía por nacimiento, en respuesta a una demanda presentada por cuatro estados. En el Foro de Davos, instó a los países de la OTAN a incrementar su gasto en defensa al 5% del PIB.
“Dios, amor y aranceles”. Las tres palabras favoritas de Donald Trump en toda la campaña, y en estos últimos años alucinados y alucinantes del trumpismo, parecen sacadas del manual del perfecto populista. Son un remedo del “trabajo, familia y patria” de los años treinta: los ecos del fascismo en Trump son tan evidentes que ya se estudian en Harvard. Su sintagma preferido es el “sentido común”, que tan bien declinan los neofascistas europeos. El discurso de toma de posesión da para una de esas tesis doctorales de la miríada de politólogos que explican estupendamente lo que ya ha sucedido, pero que no terminan de contarnos cómo podía haberse evitado o qué viene a continuación (al periodismo le viene pasando lo mismo, pero esa es otra historia). La Doctrina Trump es ya una sacudida colosal, un test de estrés para la democracia estadounidense, que es otra manera de decir el orden liberal internacional.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su primera entrevista tras asumir el cargo, ha afirmado que su conversación reciente con el presidente chino, Xi Jinping, fue amistosa, y que creía que podría llegar a un acuerdo comercial con China. "Todo salió bien. Fue una conversación buena y amistosa", dijo Trump en una entrevista con Fox News transmitida el jueves por la noche. "Puedo hacerlo", dijo el nuevo inquilino de la Casa Blanca cuando se le preguntó si podría llegar a un acuerdo con China sobre prácticas comerciales justas.